Como ya se sabe, Alan García ha fallecido a manos de él mismo ante su inminente detención. Si bien es cierto, podríamos abordar su deceso desde un ámbito moral o legal, creo que ahora mismo todo ello es secundario y debemos prestar especial atención al principal efecto de su muerte: el resurgimiento del Aprismo.

Para nadie es un secreto que Alan García fue discípulo de Víctor Raúl Haya de la Torre, que junto a José Carlos Mariátegui, son los más grandes referentes de la política peruana, yo diría que existen tan solo dos partidos en la historia republicana por el nivel de influencia que tienen en cerca de 100 años: El Partido Comunista del Perú y el Partido Aprista Peruano. ¿Por qué es importante mencionar esto? Bueno, es que luego de las grandes transformaciones que ambos partidos causaron en el país, tuvieron un periodo de debilitamiento rapaz, en el que la división es el factor de coincidencia entre ambos procesos. ¿Qué pasaría si ese proceso de disgregación terminara? Lo más probable es que tengamos un nuevo escenario en la política nacional, esto es lo que esta en juego a mi juicio luego del fallecimiento de Alan García.

Un día antes de que sucedan todos los hechos que conocemos, Alan García es entrevistado en Canal N en donde denuncia un "asesinato moral", a mi modo de ver esto quiere decir, primero, que busca responsabilizar a sus adversarios políticos, y segundo, que el tenía conocimiento de su próxima detención y se había planteado junto a la cúpula aprista salidas para dicha situación, no sabría decir hasta que grado de planificación llegaron, pero de que existía un plan no tengo dudas. Existían principalmente dos escenarios: un líder con esposas trasladado a la Prefectura, que probablemente reciba cerca de 36 meses de prisión preventiva o un líder en calidad de mártir que reciba la misericordia de un pueblo masivamente católico. Una persona normal ni siquiera lo dudaría, es mejor estar preso y gritar inocencia (a lo Alberto Fujimori), esperando un mejor escenario para recibir un indulto o una cárcel dorada, a volarse los sesos y desgarrar a tus seres queridos. Todos sabemos de su ego colosal, jamás permitiría que su vida pase desapercibida, eso explica su fatal decisión. ¿Qué escenario tenemos ahora? El viernes veremos un entierro masivo, donde los medios de comunicación ayudarán a su endiosamiento, hoy fue un día de horas de propaganda aprista donde se gana la simpatía de las masas a cada minuto, militantes de todos lados que por años habían abandonado su Partido están viajando para darle una despedida. De todo esto va surgir algo nuevo.

Un marxista como yo, que admira a Mariátegui y respeta a Haya de la Torre, no puede terminar un artículo de este corte sin antes dar mis más sinceras condolencias a las familias de los muertos y desaparecidos en las masacres de Cayara, Accomarca, Vilcashuamán, El Frontón, San Juan de Lurigancho, Santa Bárbara, Pucallpa, Manta Vilca, Los Molinos y Bagua, que no recibirán jamás la justicia que les corresponde, y que también sufren hace décadas como hoy sufre la familia del señor García la perdida de un ser querido.

Insisto, de todo esto va surgir algo nuevo, el viernes se van a encontrar cientos, sino miles, de apristas que por años se habían distanciado, en el dolor hermanos dicen en sus arengas, y tienen razón, el viernes se va unificar el Aprismo y de esto hay que tomar nota.